top of page
  • LinkedIn
  • Instagram

Todos quieren algo

Foto del escritor: Luis Guillermo González EcheniqueLuis Guillermo González Echenique

Todos los que han estudiado algo de negociación conocen este clásico😎


Dos hermanos peleándose por la última naranja🍊 que queda en la despensa.


Al principio todo el mundo cae, apelando al principio de justicia: dividirla en dos partes iguales⚖️


Es de las peores opciones. Es una solución mediocre que deja demasiado valor sobre la mesa y no satisface por completo a ninguna de las partes.


El motivo: nadie se toma la molestia de preguntarles para qué quieren la naranja🍊


Igual pasa con los involucrados de un proyecto.


Siempre quieren algo, esperan algo, buscan algo, pero muchas veces lo que sale a flote son posiciones superficiales y no lo verdaderamente importante:


💥Los intereses subyacentes y las verdaderas expectativas💥


Ojo al dato💡:


Cuando se hace la lista de requisitos/requerimientos pueden salir a flote muchos deseables basados en posiciones.


El resultado, una lista casi irreconciliable de solicitudes desde variadísimos ángulos, que incluso, puede llegar a ser hasta contradictorios.


Conviene ir un poco más allá y preguntar:


💥¿Para qué?💥


Las veces que sea necesario, hasta llegar al verdadero interés.


No siempre existe el canal, a veces toca recurrir a estrategias creativas para obtener esta información.


Una vez se entienden los verdaderos intereses y expectativas de los involucrados respecto al proyecto, toca negociar.


Así como lo lee.


Con los involucrados toca negociar también. No a todo se puede decir que sí, o intentar medio complacerlos.


Eso es tan mediocre como dividir la naranja🍊


Las mejores configuraciones de alcance de los proyectos resultan de ejercicios profundamente creativos en donde lo que se cede a un involucrado puede no tener ningún valor para el otro o para el proyecto mismo.


O al contrario, lo que se pide a cambio, puede no tener ningún o poco valor para el involucrado, y mucho para el proyecto u otro involucrado.


Es un balance, pero no uno transaccional de posiciones, sino uno de valor respecto a los intereses.


Tenga presente que la naranja🍊es finita, y al final no todos comerán o sacarán lo que quieren de ella.


Preocúpese por aquellos que son decisivos para poder lograr su propósito.


Si no pueden disfrutar de la naranja🍊, de pronto podrán beneficiarse del jugo🥤, o de la torta🥧 que harán con la limadura de su cáscara.


A veces las expectativas e intereses que no cumple el proyecto🏗️, sí las puede cumplir el producto del proyecto🏢


¿Conocía el clásico caso de negociación?🤓 / ¿También cayó cuando se lo presentaron?😬


¿Cómo le va negociando con involucrados? ¿o creía que en proyectos solo se negociaba con contratistas?🤪


¿Cómo maneja usted las expectativas de los involucrados en sus proyectos?🔥


¿Tiene alguna estrategia particular para llegar al verdadero interés detrás de sus posiciones iniciales?🦾


Me encantaría dejarle más interrogantes que certezas con este post. ¿Lo logré?🤓

 
 
 

Comentarios


bottom of page